Un atentado reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI), perpetrado en un barrio de mayoría chiita de Bagdad, causó ayer 22 muertes, según responsables médicos y de seguridad.
Las explosiones golpearon la zona de Sadr City, en el norte de la capital, cerca de un mercado, y dejaron 59 heridos. Los yihadistas reivindicaron lo acaecido y precisaron que dos kamikazes hicieron estallar sus chalecos explosivos.
Los actos suicidas indican que sus autores son grupos extremistas sunitas, ya que este método es utilizado habitualmente por organizaciones yihadistas que consideran como herejes a los chiitas, la comunidad mayoritaria en Irak. El jueves, un ataque contra civiles dejó nueve muertos.
Desde que el grupo lanzó su campaña militar, la violencia en las ciudades ha disminuido debido a que sus combatientes fueron desplegados en el Califato que la organización proclamó entre Irak y Siria.
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