Con el fin de hacer una clasificación de reos que permita su rehabilitación integral, el Sistema Penitenciario (SP) comenzó el remozamiento de las prisiones en el país.
Además, el proyecto contempla la revisión de expedientes de los internos para la redención de penas. Estos son dos ejes prioritarios en el SP, informó Carlos De León Zea, director de Presidios.
La readecuación de la infraestructra carcelaria es una tarea de mediano plazo y está acompañada de la reorganización de internos, ya que granjas para condenados albergan a personas en situación de detención preventiva.
Reclusas e hijos
Para mejorar las condiciones en las prisiones, se adaptarán áreas especiales para privados y privadas de libertad con características específicas, como el caso de las mujeres, muchas de las cuales conviven con sus hijos e hijas en celdas comunes, es decir, compartidas con otras presas.
Se comenzará por aislar a las madres y los niños o niñas, para garantizar sus derechos humanos y necesidades básicas, como alimentación y atención médica.
“Es ilógico que el menor consuma la misma comida que su progenitora. Tampoco es correcto que una persona que padece de diabetes ingiera lo mismo que los demás reos”, agregó De León.
De acuerdo con el Sistema Penitenciario, en el Centro de Orientación Femenina (COF) ya se puso en marcha una construcción, la cual se adapta a la condición de las privadas de libertad y sus hijos.
Los trabajos están encaminados y se tienen acercamientos con los cooperantes y la comunidad internacional, afirmó el director del SP. Lo que se pretende es transparentar la iniciativa y contar con el acompañamiento de las organizaciones de derechos humanos, añadió el funcionario, y señaló que, aunque no se tiene una fecha específica para finalizar esa obra, se espera que en el plazo de 4 o 5 meses el proyecto muestre avances significativos.
Según Presidios, en el COF acompañan a sus mamás 12 niños y 21 niñas, y una interna se encuentra en período de gestación. En Santa Teresa se registran 21 chicos y 21 chicas, pero hay 5 féminas esperando bebé.
Hacinamiento
Otro problema en las cárceles es el hacinamiento, como lo ha confirmado el ministro de Gobernación, Francisco Rivas. Las prisiones están diseñadas para albergar a un máximo de 6 mil 809 internos, pero, hasta enero, se contabilizaban 20 mil 14.
Para atender este asunto se instaló una mesa conformada por la cartera del Interior, el Organismo Judicial, la Defensa Pública Penal y el SP. La tarea es agilizar los procesos de redención de penas, dijo Rivas. Añadió que se debe determinar qué presos están recluidos por delitos graves, quiénes ya cumplieron su condena y a quiénes se les puede reducir la pena.
En este sentido, el director del SP, dijo: “Consideramos que un 10 por ciento o 20 por ciento de la población reclusa se encuentra en esa situación y tenemos una sobrepoblación de 12 mil 800 internos”.
Según las autoridades, desde la instalación de la mesa interinstitucional, en enero, ya se han revisado no menos de 100 expedientes.
Jahir Dabroy, politólogo de la Universidad de San Carlos de Guatemala, consideró que estos planes deben ser de acuerdo con la Ley del Sistema Penitenciario. Agregó que si se demuestra que el recluso se está rehabilitando y puede readaptarse fácilmente a la sociedad, es necesaria la disminución de su sanción o pena, para que salga pronto de prisión.
Mario Reyes, director del Instituto Nacional de Estudios Estratégicos en Seguridad, manifestó que es necesario priorizar la situación de los reos que ya cumplieron sentencia, pues permitirá descongestionar las cárceles, ayudará al presupuesto de Presidios y evitará los motines.
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