II Cumbre de la Roya

De hoy al 26 de febrero, Guatemala es sede de esta actividad que promueve acciones hacia una caficultura sostenible.

La roya sigue presente en la región debido, en gran medida, a las favorables condiciones climáticas derivadas del fenómeno de El Niño, que tuvo incidencia durante 2015, y aún durante los primeros meses de este año.

Temperaturas promedio más altas, canículas prolongadas y finalización tardía y atípica del período de lluvias crearon el ambiente perfecto para la reactivación de las esporas del hongo, que ahora atacó incluso plantaciones que habían logrado pasar sin afecciones la epidemia de 2012.

De acuerdo con el Boletín Técnico sobre el tema que el Centro de Investigaciones en Café (Cedicafe) emitió en diciembre de 2015, la enfermedad se encuentra presente en todas las zonas cafetaleras, con una severidad que oscila entre un 3 y 51 por ciento y presentando defoliación entre 1 y 60 por ciento.

Este problema afectó el volumen de exportaciones durante 2015 y, sumado a la tendencia a la baja del contrato “C” de Nueva York, por primera vez en 21 años el ingreso de divisas por exportaciones de banano superaron en US $96.5 millones a las de café. El grano ahora se ubica en el tercer lugar en importancia de los productos agrícolas tradicionales, lista que encabeza el azúcar. Buscando la recuperación del sector, a partir de hoy se inaugura en Guatemala la II Cumbre de la Roya, como medio para divulgar resultados de investigaciones, promover el diálogo y proponer soluciones a la crisis.

De acuerdo con los organizadores, la actividad reunirá a actores de las áreas de investigación, cadenas de mercado, atención a población vulnerable y mecanismos financieros.

Lo importante es alcanzar acuerdos que beneficien la caficultura dentro del área del Programa Cooperativo Regional para el Desarrollo Tecnológico y Moderninzación de la Caficultura (Promecafe), que incluye Centroamérica, Panamá, República Dominicana, Perú y Jamaica.

El mayor reto sigue siendo lograr que el productor maneje apropiadamente sus plantaciones para convivir con la enfermedad. En este sentido, el factor económico sigue jugando un papel crítico, ya que los insumos para controlar el hongo tienen costos elevados, lo que incrementa los costos de producción que ya son difíciles de cubrir bajo las condiciones actuales del mercado.

En este contexto, uno de los resultados esperados de la Cumbre serán las propuestas efectivas en el tema del financiamiento, sobre todo para los pequeños y medianos productores que muchas veces carecen de estructuras formales  para acceder a las fuentes tradicionales.