Tras una década de continuas victorias electorales, Evo Morales obtiene una tendencia del ”No“ en el referéndum que pretende prolongar su cargo presidencial.
El Movimiento al Socialismo (MAS) presentó una reforma del artículo 168 de la Constitución de Bolivia, la cual pretende ampliar el mandato presidencial de Evo Morales hasta 2025. Morales ha sido presidente de esa nación desde 2006, y el voto rural ha sido su mayor aliado para continuar, pero los últimos casos de tráfico de influencias y las muertes aún sin esclarecer de funcionarios de la alcaldía opositora de El Alto, han significado un serio desgaste a su gestión.
No obstante, seis departamentos y casi todas las ciudades capitales han dicho, hasta ahora, “No”, frente a solo tres, La Paz, Oruro y Cochabamba donde existe fuerte presencia del MAS. El proceso de recuento de los votos del referéndum sobre la reelección presidencial es lento. Con el 72.5 por ciento escrutado, proyecta una ventaja del “No” del 56.5 por ciento frente al 43.2 por ciento del “Sí”. Aún los datos son preliminares y de confirmarse el resultado favorable a la enmienda, Evo Morales podría postularse a una nueva reelección presidencial en 2019.
El referéndum realizado el domingo pasado, muestra una lectura política del país: una estrategia defensiva frente a la percepción ciudadana de los fracasos de la izquierda populista en Venezuela y en Argentina. Últimamente, no era una característica presenciar en los medios de comunicación constantes conferencias de prensa del mandatorio Morales quien con anterioridad repetía que esas plataformas de información masiva son su principal oposición.
Ahora parece que la estrategia de relaciones públicas cambió a modo de contrarrestar el daño de imagen en redes sociales, y mostrar una postura fuerte ante la preocupación oculta de él y de sus asesores políticos, de los fracasos electorales de sus pares mencionados. Morales, cuya gestión se caracterizaba por la honestidad y la unidad de los pueblos y por ende incorruptibles y de reserva moral, ha tenido un efecto boomerang recientemente sobre su imagen al estar supuestamente involucrado en el tráfico de influencias con respecto a beneficiar con importantes contratos públicos a la empresa de su expareja.
Un tema de carácter público y privado que a la población le impactó fuertemente al tratarse de uno de los mayores escándalos de corrupción, pues se habla de grandes sumas de dinero. En consecuencia, ni el milagro económico de Bolivia podría justificar otro mandato de Evo Morales, y los viejos aliados o bien conocidos como los antiguos ideólogos con quienes Evo llegó al poder, apoyan el “No” como forma de recordarle a Morales, que el proyecto político que encabezaba se desvió del objetivo que era la defensa de la Madre Tierra, ya que fue convertido en una iniciativa personalista.
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