En el referendo que se realizó ayer, el 65 por ciento de los bolivianos le dijo no al presidente Evo Morales, en su aspiración por reelegirse, y tener así la oportunidad de lograr un cuarto mandato consecutivo y gobernar hasta 2025.
En la recta final de la jornada, que concluyó a las 4 de la tarde, 14:00 horas, tiempo de Guatemala, se reportaron incidentes menores, como resultado de que algunos centros de votación no funcionaron de manera adecuada, lo que ocasionó el malestar de los vecinos, tal es el caso de San Cruz, donde hubo quema de urnas y papeletas en blanco.
A pesar de esos hechos, la misión electoral de Unión de Naciones Suramericanas dijo en un comunicado: “La apertura de la votación se ha desarrollado en un clima de absoluta tranquilidad”.
En La Paz hubo un forcejeo entre ciudadanos de bandos contrarios cuando el vicepresidente Álvaro García sufragaba en un recinto, algo usual en las jornadas en Bolivia. Un grupo de ciudadanos expresó a gritos su oposición a la reforma constitucional.
Jornada
Morales sufragó en la región cocalera del Chapare, en el centro del país, desde donde saltó a la política, donde expresó: “Cualquier consulta donde el pueblo participa es lo mejor”.
En el país andino el voto es obligatorio, 6.5 millones de ciudadanos debían pronunciarse sobre la reforma de la Carta Magna, que autorizaría a Morales a postularse a un nuevo mandato de 5 años.
El gobernante, que inició su primer mandato en 2006 y ha sido reelegido dos veces, tiene el récord de permanencia en el poder desde la independencia en 1825.
El jefe del Ejecutivo se vio afectado por un supuesto tráfico de influencias en favor de la empresa china CAMC, en la que su expareja, Gabriela Zapata, trabaja como gerente comercial. Esa compañía logró contratos públicos, lo que propició que la Contraloría y el Congreso comenzaran a investigar el asunto.
Deja un comentario