El documental Fuocoammare, del italiano Gianfranco Rosi sobre el drama de los migrantes que arriesgan la vida cruzando el Mediterráneo para llegar a Europa, ganó el sábado el Oso de Oro a la mejor película del Festival de Berlín.
“Espero que este filme sirva para hacer tomar conciencia de que la gente no puede seguir muriendo en el mar para escapar a una tragedia”, dijo Rosi al recibir el premio.
El realizador, ganador del León de Oro en Venecia en 2013 con Sacro GRA, agradeció a los organizadores por haber tenido el valor de seleccionar dos documentales entre las 18 películas que competían por los codiciados premios.
Sin voces en “off” ni comentarios, cuenta la vida cotidiana de los habitantes de la isla italiana de Lampedusa y la de miles de indocumentados que llegan por barco, arriesgando su vida.
Éxitos latinos
Completamente ausente este año de la selección oficial de filmes en competencia por el Oso de Oro, América Latina no se fue sin embargo con las manos vacías, gracias a premios cosechados en las secciones paralelas a filmes de Chile, Argentina y México.
El joven cine chileno se llevó la mejor parte. La película Nunca vas a estar solo, de Alex Anwandter, obtuvo el Premio Especial del jurado de los Teddy que recompensan al margen de la Berlinale a filmes de temática homosexual.
La cinta Rara sobre una pareja de lesbianas de la chilena Pepa San Martín, ganó -también con una denuncia de la intoleracia- el Oso de Cristal del jurado internacional de la sección Generation Kplus.
En Generation 14plus, Las plantas del chileno Roberto Doveris obtuvo un Gran Premio del Jurado Internacional y una Mención Especial del jurado joven. El filme es sobre una chica que se hace cargo de su hermano en estado vegetativo.
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