El Gobierno de Ecuador empezó a desmantelar las sobretasas arancelarias que impuso en marzo pasado a un tercio de las importaciones para equilibrar su balanza de pagos ante la caída del precio del petróleo y la devaluación de las monedas de la región.
Las llamadas salvaguardias por balanza de pagos fijaron aranceles de 5, 15, 25 y 45 por ciento a 2 mil 800 partidas de importación (de un total de 6 mil) para paliar la salida masiva de dólares en un escenario de merma de ingresos petroleros e inevitable pérdida de competitividad frente a países más baratos como Colombia o Perú.
La medida fue adoptada por el gobierno de Rafael Correa bajo la premisa de que la dolarización vigente desde 2000 le impide manejar la política monetaria como hacen otros países en momentos adversos. El plan elaborado por Ecuador tuvo el aval de la Organización Mundial del Comercio (OMC), a condición de que fuera por un plazo de 15 meses.
Proceso gradual
Según el cronograma de desgravamiento gradual mandado al organismo internacional, Ecuador rebajó a finales de enero en cinco puntos porcentuales la sobretasa del 45 por ciento.
En abril eliminará el impuesto del 5 por ciento, y a partir de ese mes suprimirá progresivamente las restantes del 15, el 25 y el 40, hasta llegar al arancel 0 por ciento en junio de 2016.
Como en toda decisión económica, las salvaguardias dejaron ganadores y perdedores.
Entre los primeros, figuran el gobierno, que incrementó su recaudación fiscal; algunos productores nacionales, que pudieron colocar más productos en el mercado; y los contrabandistas, que aprovecharon el abismal diferencial de precios para traer mercancía desde Colombia o Perú.
Entre las víctimas, están los importadores y los consumidores, por el drástico encarecimiento de algunos productos, así como los exportadores de otros países hacia Ecuador, que vieron mermada su demanda.
Deja un comentario