La Federación Alemana de Futbol reclama los 6.7 millones (Q57.3 millones) de euros, destinados para la realización del Mundial que el país albergó en 2006, a Fedor Radmann, vicepresidente del Comité de Organización del certamen, quien cuenta con 20 días para comprobar el destino de esa suma.
“Es escandaloso y sin fundamento. Totalmente absurdo. Evidentemente lo he rechazado rápidamente”, declaró Radmann a la agencia alemana SID, precisando haber “respondido inmediatamente a la carta recibida el 8 de enero”.
Franz Beckenbauer, presidente del Comité de Candidatura y después del Comité de Organización, igual que Wolfgang Niersbach, quien dimitió de la presidencia de la Federación Alemana de Futbol a principios de noviembre, siempre han rechazado toda malversación desde la revelación del escándalo en octubre.
Beckenbauer había afirmado a finales de noviembre que esta suma estaba destinada “solo a obtener la subvención de 250 millones de euros” de parte de la FIFA, añadiendo que ignoraba el contexto sobre a dónde fue a parar ese dinero.
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