Con la imposición de la ceniza en la frente de los feligreses, comenzó la Cuaresma, la cual es conmemorada por la iglesia católica, y consiste en llevar a cabo 40 días de penitencia, en preparación de la Semana Santa.
Según el historiador Miguel Álvarez, “un sacerdote coloca la señal de la cruz, con ceniza, en la frente del feligrés. Este residuos es elaborada con las palmas utilizadas el Domingo de Ramos anterior, al cual se le agrega agua bendita para convertirlo en una masa. El cura indica las palabras del libro de Génesis, capítulo 3, versículo 19: Del polvo vienes y del polvo serás”.
Cada persona que se coloca la cruz se reconoce pecadora, pero con la preposición de arrepentimiento; esto es lo que marca esta festividad, señaló Álvarez.
En la Catedral Metropolitana, en la misa de las 8:00, el sacerdote Manuel Abac fue el encargado de oficiar este acto religioso.
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