Ayer, al culminar la reunión del Gabinete de Gobierno se anunció que el presidente Jimmy Morales emprenderá un plan de trabajo en la provincia, para supervisar el proyecto de recuperación vial que atenderá 8 mil kilómetros de rutas.
El mandatario verificará las labores del personal del Cuerpo de Ingenieros del Ejército y del Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda, en viajes durante dos semanas al mes.
Según se informó, comenzará en Champerico, Retalhuleu, con el interés, de acuerdo con el vocero presidencial, Heinz Heimann, de extender el gobierno hacia el área rural de la República, por lo que adelantó que el mandatario aprovechará las visitas para solucionar y enterarse de primera mano de otras necesidades de la población.
La última semana de enero se dio a conocer que fueron desplegados los frentes de trabajo de la entidad castrense hacia Chiquimula, Izabal, Retalhuleu y Zacapa, donde han atendido tramos en 25 comunidades, con una extensión de 408 kilómetros.
Esto da una idea clara de la amplitud de la tarea que el jefe del Organismo Ejecutivo se plantea asumir y de cuánto le permitirá estar en contacto con los pobladores más necesitados de las intervenciones públicas.
Además, es una muestra del establecimiento y respeto de las prioridades gubernamentales, así como ejemplo del compromiso que debería estimular el involucramiento de las autoridades locales en las acciones, gracias al cual, entre otros factores, el plan de reparación de rutas significará un ahorro de Q275 millones al erario.
La iniciativa de atención a las vías se pretende llevar a cabo de una forma innovadora, respecto de cómo se han ejecutado estas intervenciones durante los últimos años, empleando mano de obra y maquinaria estatal, y prescindiendo de contratistas.
Esto debería mejorar la transparencia en la inversión pública y abaratar las obras, pero requerirá de monitoreo y evaluación constante, como se está planteando practicar.
En tal sentido, con el acompañamiento cercano de la Presidencia, la iniciativa de restablecimiento de la infraestructura productiva de la nación puede ser el primer eslabón de una cadena que permita sintonizar efectivamente necesidades y acciones para mejorar las condiciones de vida de los guatemaltecos.
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