Representa el mejor estímulo para despertar la creatividad e imaginación.
La música se comprende con esa parte del espíritu, con la que se percibe el amor, que no es racional, pero sí profundamente emocional; esa que, precisamente, nos hace más humanos. Todos conocen el efecto que han producido desde tiempos inmemoriales las melodías y los ritmos musicales en el ser humano. Hasta los sonidos de la naturaleza influyen en su estado anímico, casi siempre proporcionándole sosiego, y si la vemos como herramienta pedagógica, no hay duda de que representa el mejor estímulo para despertar la creatividad y la imaginación en grandes y chicos.
No en vano los expertos señalan que las artes, incluyendo la música, cumplen un papel destacado para mejorar la calidad de vida de la humanidad. Gracias a ella, hoy se habla de ambientes ideales para fomentar la autoestima y promover el desarrollo social, emocional e intelectual. El mundo le apostó a la ciencia y a la tecnología, y ha logrado tan sorprendentes avances, que no se detienen, pero curiosamente las facultades de música y los departamentos de arte se están llenando de gente joven. Hay cientos de miles de niños y adolescentes formando orquestas, grupos corales y de baile, de teatro e infinidad de expresiones artísticas, lo cual hace nacer una comunidad musical que día tras día adquiere más y más fuerza y se está dejando escuchar. Este es el mejor indicador de que el ser humano necesita del arte para vivir.
En todos los colegios debería haber una oportunidad musical para los niños y niñas, jóvenes y adolescentes. Esto es, un coro, una banda o un grupo musical; no importa el género, siempre y cuando se haga bien, con disciplina y orientación profesional.
Los padres y profesores deben escucharlos y respetar su gusto por la música. Ellos están en capacidad y tienen los momentos indicados para ver y descubrir talentos especiales o habilidades, tocar algún instrumento, saber que tienen voz para el canto, comprobar qué les gusta, hacer grupos con sus amiguitos y jugar a cantar o a dirigir.
Es ahí cuando se revelan las grandes fortalezas, habilidades y talentos en los hijos (en el hogar) y en los alumnos (en el colegio). De ahí la importancia de exponerlos al arte, con la posibilidad de que se queden en este maravilloso mundo. Las artes conectan al ser humano con el sentido de vivir, y esto jamás lo dará internet, ni el trabajo, ni la tecnología.
Deja un comentario