Su uso contribuiría a prevenir el fracaso y la desmotivación del estudiante.
Diversos informes siguen criticando la figura del profesor como simple transmisor de conocimientos y el abuso de la lección expositiva. En mi opinión, el método deseado se inventó hace 25 siglos; se trata de la mayéutica de Sócrates, que supuso el paso de la actividad magisterial a la dialogal y de la instrucción al autoaprendizaje. ¿Tiene sentido recurrir a un método tan antiguo? Lo “antiguo” no es necesariamente anticuado. Se utiliza también en prestigiosas universidades para profundizar en los contenidos de muchas materias y para ejercitar la capacidad crítica de los alumnos.
La mayéutica pone al alumno entrevistado en situación de recurrir a lo que ya sabe o cree saber para responder a cuestiones nuevas. Esta conexión hace que su aprendizaje sea significativo, tenga sentido. Asubel (1986) afirma que “el factor más importante que influye en el aprendizaje es lo que el alumno ya sabe. Averígüese esto y enséñese consecuentemente”.
En el método socrático el maestro no inculca al alumno el conocimiento, por considerar que su mente no es un cajón vacío en el que se puedan depositar datos externos; por el contrario, es el alumno quien extrae de sí mismo el conocimiento. El alumno es invitado a descubrir y expresar la verdad que se encuentra potencialmente en su interior mediante un esfuerzo de reflexión y razonamiento a lo largo de cuatro pasos: 1. El maestro plantea una cuestión. Por ejemplo, ¿qué es la virtud?; 2. El alumno (o grupo reducido de alumnos) da una primera respuesta basada en su corta experiencia, que es rebatida inmediatamente por el docente, creándole así un necesario estado de confusión; 3. Discusión del tema; y 4. El alumno (o alumnos) consigue el conocimiento preciso de la realidad investigada.
Se ha objetado que su uso retrasaría el desarrollo del contenido de los programas; no comparto esos argumentos por tres razones: 1. Desarrollar todo el programa no requiere explicar todos los temas; muchas clases informativas podrían suplirse con ventaja con estudios dirigidos. 2. La enseñanza individualizada nació precisamente para enseñar en grupos amplios·3. El diálogo del profesor puede realizarse tanto de forma personalizada (por ejemplo en el tiempo asignado a la tutoría) como con un pequeño grupo de alumnos. Solo se trata de que se afanen en un diálogo sincero con sus maestros.
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