Veinte años después, surge el debate de la actuación internacional frente a casos de refugiados en zonas catalogadas como ”seguras“.
El reporte realizado por Pierre Salignon de Médicos sin Fronteras relata el abandono de la población refugiada de Srebrenica ante las fuerzas serbias. Se remonta a la guerra balcánica en la ex Yugoslavia, donde existía una política de purificación étnica promovida por la Gran Nación Serbia de aquella época; Srebrenica era un enclave musulmán en Bosnia, por lo que se tomaron medidas cautelares para evitar que la ocupación invadiera dicho territorio, y se recurrieron a organismos internacionales para su protección, entre estos a los cascos azules, y el referido ente de salud.
La trágica historia de Srebrenica, terminó cuando fue ocupada por las tropas serbias en julio de 1995, dejando un saldo de 7 mil personas asesinadas, principalmente hombres musulmanes, y la deportación de otras 40 mil; entre ellas, decenas de heridos, mujeres y niños.
Las Naciones Unidas habían declarado la ciudad como “zona de seguridad”, los cascos azules no pudieron oponer resistencia al asalto de las tropas serbias a la urbe. Este hecho, no solo dejó una de las mayores matanzas étnicas, una de las peores después de la Segunda Guerra Mundial, sino también un debate profundo sobre la deducción de responsabilidades de lo que pasó: ¿Pudo ser evitado?, ¿Fue un enclave sacrificado a propósito por intereses de la real politik? Rusia exaliado de la Gran Nación Serbia, vetó el año pasado la resolución de Naciones Unidas que calificaba como genocidio la masacre, debido a que El Tribunal Penal Internacional de la ONU para la Antigua Yugoslavia (TPIY), declaró la matanza como un acto genocida, mas no como Genocidio. China, Nigeria, Angola y Venezuela se abstuvieron de votar, y los 10 miembros restantes del Consejo de Seguridad votaron a favor.
La votación ha sido aplazada para que Reino Unido y Estados Unidos traten de convencer a Rusia de no bloquear la resolución, que también condenaba la negación del genocidio en la declaración del TPIY. Este hecho, nos lleva al concepto aplicable del Genocidio en situaciones tan complejas. Será interesante seguir la resolución final y la repercusión internacional que tendría; sobre todo, en la actuación de los cascos azules. A pesar de que las tensiones políticas entre Serbia y Bosnia aún no son estables, dicha resolución podría recrudecer las diferencias políticas en la región balcánica.
En términos de reconciliación, continúa siendo un debate de deducción de responsabilidades entre ambos países, pero aun así, cada once de julio, se conmemora la masacre. Aunque dicho aniversario sea visto como delito en Belgrado, es imposible como guatemalteca no pensar en mis amigos de Los Balcanes ante nuestro proceso paralelo de los mismos delitos contra la humanidad, pero en otro contexto histórico.
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