Diez hombres y tres mujeres fueron indagados por su presunta vinculación con la falsificación de pasaportes y permisos de trabajo en Canadá, para lo cual habrían cobrado entre Q900 y Q6 mil 500 a cada víctima.
Se les acusa de haber estafado a 300 personas de San Marcos, Quetzaltenango, Chiquimula, El Progreso, Totonicapán, Escuintla, Guatemala, Huehuetenango, Quiché, Santa Rosa y Jalapa.
Las investigaciones surgieron luego de una denuncia presentada por Blanca Estela Villagrán González, supuesta estafada, pero finalmente se logró determinar que era parte de la banda.
La fiscal Karina Escobar, quien tiene a su cargo las pesquisas, explicó que los incautos eran contactados, en algunos casos mediante publicidad radial; sostenían reuniones informativas en los pueblos, entregaban formularios y pedían el dinero, que debía depositarse a cuentas bancarias.
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