Se dice con frecuencia yo no mato, no robo, no hago mal a nadie, pero es adúltero y mata la ilusión a sus hijos.
Tenemos derecho a soñar y todos queremos una gran nación, que en lugar de cárceles se construyan escuelas, que en lugar de elevar el número de policías se aumenten las plazas de maestros y como dice la Biblia que los deseos de los justos terminen bien; y la esperanza de los malvados mal, pero para construir una gran nación se necesita que el camino lo hagamos todos, como equipo, a una sola dirección, porque no es la posición la que hará el cambio sino nuestra determinación como ciudadanos para alcanzar ese objetivo, desde donde nos encontremos. Esto significa que los que trabajan lo sigan haciendo con excelencia. Hay que pagar impuestos, hay que tener integridad en el cargo que desempeñamos, hay leyes que deben cumplirse y respetarse, hay códigos de cortesía que deben ejercitarse, hay que educar al niño, al joven y al adulto a madurar como personas.
Se dice con frecuencia yo no mato, no robo, no hago mal a nadie, pero es adúltero y fornicario, mata la ilusión a sus hijos, la esperanza de vivir y crecer como niños, les roba la felicidad, el amor y entonces crecen con frustración, con odio; son los malos de la película siempre y por eso hay que construir nuevos centros de detención. No mata pero hace miradas de odio, no quiere a su hermano, vecino y las Escrituras dicen “el que odia a su hermano es un asesino, y ustedes saben que en ningún asesino permanece la vida eterna”. No se roba, pero se adulteran las balanzas y eso es pecado porque así Dios las aborrece. Sostiene que no le hace mal a nadie, pero los comerciantes le suben los precios cuando hay ocasión y ponen precios de temporada por las nubes; se llevan y traen chismes, se levantan falsos testimonios.
El sabio Salomón escribió que sin dirección, la nación fracasa. Que el éxito depende de los consejeros, pero no es necesario que se integre el consejo de ministros, ni mucho menos sea el Presidente ni periodista que haga buen uso de la libertad de expresión y sea forjador de opinión, simplemente que sea buen mandatario en su hogar, con su familia, que creando ciudadanos con valor y principios aporte la materia prima para construir el camino hacia una gran nación. Desde esa posición se contribuye al bienestar personal, familiar y la sociedad se desarrollará sin violencia, sin corruptos ni corruptores. Es contribución de todos.
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