Algunos cuentos infantiles muy populares, como La bella y la bestia, tienen procedencia de por lo menos miles de años, afirma un estudio publicado por la Royal Society of Open Science de Londres
“Analizamos 275 relatos indoeuropeos y hallamos pruebas de la ascendencia muy antigua de algunos”, explicó Sara Graca Da Silva, de la Universidad Nueva de Lisboa, Portugal, autora del estudio en coordinación con el antropólogo británico Jamie Tehrani, de la Universidad de Durham.
“Por ejemplo, pudimos trazar el origen de La bella y la bestia y Rumpelstiltskin hasta el surgimiento de las principales ramas de las lenguas indoeuropeas, entre 2 mil 500 y 6 mil años”.
“Llegamos a encontrar una narración, El herrero y el diablo que se remonta a la Edad de Bronce, lo que es bastante excepcional”, añadió Graca da Silva. Para trazar la procedencia de las historias, los estudiosos recurrieron a la filogenia, método usado por los biólogos para establecer el grado de parentesco entre especies y comprender su evolución.
Los precursores
“Si bien la mayoría de los especialistas comparten la idea de una procedencia muy antigua -los hermanos Grimm lo decían en el siglo XIX-, algunos no están de acuerdo y defienden un principio más reciente”, explicó Graca Da Silva.
Sin embargo, prosiguió: “nuestros resultados vienen a dar la razón a los Hermanos Grimm y sugieren que un número importante de cuentos ya existían en las tradiciones orales indoeuropeas”.
De esa cuenta, Wilhelm Grimm argumentó que las fábulas que elaboró con Jacob, su hermano mayor, tenían un rastro desde Escandinavia hasta el sur de Asia. En ese sentido, la transmisión oral no solo es “vertical”, entre descendientes, sino “horizontal”, con las relaciones comerciales, de conquista y la difusión de textos literarios entre sociedades, resalta la investigación.
Recuerda que los Hermanos Grimm también eran lingüistas, disciplina que concretaron en las obras El Diccionario y La Gramática alemana de 1837, considerados el origen de la filología germánica. También destaca la Historia de la lengua de esa nación (1848).
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