El análisis del pasado siempre será la base para comprender el presente.
Los periodos presidenciales tienen una evolución en todos los regímenes del mundo y Guatemala no es la excepción. Es el inicio de un periodo independiente con un cambio clasificado con intereses en los que aún es necesario redescubrir las ideas y principios. En su análisis intervienen historiadores, sociólogos y otros. Establecen similitudes y diferencias entre los gobernantes y partidos que fincaron sus intereses en diversas fases del pasado.
Así se pueden establecer períodos, en donde las cabezas de gobierno pueden reflejar momentos similares y dejar constancia de la cohesión con otros. Forman bloques de presencia donde los movimientos presentan similitud. En esto el fundamento de visión es histórico, aunque presente un perfil que exija la visión de otros sectores, pero la base del pasado es fundamental, como sucede con la apreciación de la constitución del doctor Jorge Mario García Laguardia, cuyo sustento es histórico. Esta es una falta muy evidente en los comentarios y análisis de las etapas de construcción del poder en Guatemala, donde los analistas lanzan visiones de una temática que no tiene un fundamento sólido. Todo se basa solo en una apreciación del momento, sin tomar en cuenta las raíces del problema. Se valora la coyuntura de una crisis actual provocada por una situación calificada de corrupta, pero no se le ata a su primer gobierno independiente fincado en una persona que renunció a ser el representante del Rey, para ser el primer presidente de la Federación, surgiendo un nuevo ente territorial bajo el peso de la corrupción y engaño, situación que se sostuvo.
No son cuestiones nuevas, sino consecuencia de un devenir histórico profundo. En el juicio a cada uno de estos aspectos hay que tomar en cuenta las raíces de esos hechos y ante todo atesorar que todo lo que acontece en el devenir es consecuencia del mensaje post moderno, en el que todo tiene un origen casi iconográfico, donde el pasado incide en las ideas del presente.
Quizás, por ello, estamos siempre volviendo la vista para construir un futuro, y en ello incide en gran parte los problemas para comprender el presente. Hay quienes se olvidan de conocer el pasado y buscan solo levantar un edificio sin cimientos, y si esto sucede no podremos sacar adelante un proceso, ya que caeremos en los mismos errores.
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