El Gobierno de Irán liberó ayer a 10 marineros estadounidenses que fueron detenidos a bordo de dos barcos de guerra que entraron en aguas territoriales del país asiático, tras considerar que su ingreso no fue deliberado.
Estados Unidos confirmó a la prensa que las dos embarcaciones y sus tripulaciones zarparon de la isla de Farsi, adonde fueron llevadas por la marina de los Guardianes de la Revolución.
“No hay indicios de que ellos resultaran lesionados durante su breve detención”, anunció el Pentágono en un comunicado, en el cual se destaca que se investigarán las circunstancias que condujeron al incidente.
Informe
Los detenidos, 9 hombres y 1 mujer, permanecieron aprehendidos menos de 24 horas tras la intercepción de las naves, hecho acaecido el martes.
“Después de disculparse, (los uniformados) fueron liberados en aguas internacionales”.
Lo acontecido fue anticipado por el almirante Ali Fadavi, comandante de la marina de los Guardianes de la Revolución, el Ejército élite del régimen islámico, quien expuso: “La acción no era hostil ni estaba destinada a espiar”.
Según la información de Teherán, la incursión se debió a un desperfecto en el sistema de navegación. El martes por la noche, Estados Unidos anunció que había perdido contacto con sus dos barcos que navegaban entre Kuwait y Bahréin.
“Estuvimos en contacto con los iraníes, quienes nos afirmaron que los marineros estaban a salvo y que podían continuar el viaje”, manifestó Jennifer Psaki, directora de Comunicación de la Casa Blanca.
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