Guatemala ha sido gobernada por 9 Presidentes desde 1986, año reconocido como el inicio de la era democrática en el país, quienes de distintas maneras han impreso su huella en la historia de la nación y en el desarrollo del Estado hasta su situación actual.
1986 El primero en llevar la batuta durante esta época fue Marco Vinicio Cerezo, quien comenzó las negociaciones para la firma de la paz entre el Ejército y la guerrilla.
1991 Le sucedió Jorge Serrano Elías, quien alteró el orden constitucional, con lo cual, según el diputado Oliverio García Rodas, “pretendía establecer una dictadura que habría significado un enorme retroceso”. El hecho ocurrió el 25 de mayo de 1993.
1993 Serrano se fue de Guatemala y el Congreso nombró en junio a Ramiro de León Carpio como su sucesor, quien era procurador de los Derechos Humanos. Durante su administración se reformó la Carta Magna y se depuró el Parlamento.
1996 Asumió Álvaro Arzú, en cuyo primer año de mandato se concretaron las negociaciones que pusieron fin al conflicto armado interno.
2000 Con el nuevo siglo llegó al poder Alfonso Portillo. En su mandato fueron emitidas las leyes de participación ciudadana y para la modernización del Estado. Se propuso un pacto fiscal.
2004 Gobernó Óscar Berger, y su período se caracterizó por la construcción de diversas obras de infraestructura vial y la remodelación del Aeropuerto Internacional La Aurora.
2008 Con la llegada de Álvaro Colom se implementaron los programas sociales, así como la gratuidad en la educación.
2012 Durante la gestión de Otto Pérez Molina, que comenzó en 2012, se institucionalizaron esas iniciativas asistencialistas; sin embargo, la administración se vio empañada por diversos escándalos de corrupción, que concluyeron con su renuncia, así como la de la vicepresidenta Roxana Baldetti.
2015 El desarrollo de la organización estatal durante estos mandatos contribuyó a que los eventos ocurridos el año pasado culminaran en el nombramiento, por parte del Congreso, de Alejandro Maldonado Aguirre como Presidente, quien hoy entregará el cargo a Jimmy Morales. En su administración privó una política de transparencia y austeridad en las entidades estatales.
Legado del gobierno de la transición
Con el traspaso de mando, hoy, culminan los cuatro meses de la administración de Maldonado Aguirre, quien aseguró que al asumir la máxima magistratura se encontró con “un caos político y financiero”.
Expresó que, pese a las condiciones adversas, el nuevo presidente, Jimmy Morales, recibe hoy el poder “con la solvencia de que hubo una transición ordenada, informada y muy esperanzadora”.
“Como legado dejo al próximo gobierno la transparencia y el compromiso”, puntualizó el gobernante saliente.
Añadió que su período fue claro, pues hubo un progreso en cuanto al rendimiento de cuentas, y en esto se le valora que elevó las expectativas de la ciudadanía.
“Hay que reconocer que el Gobierno se mantuvo enteramente neutral en el tema de campañas, es decir, los fondos públicos, como se hizo en otras ocasiones, no se emplearon para favorecer a ningún candidato”, opinó Édgar Gutiérrez, coordinador general del Instituto de Problemas Nacionales de la Universidad de San Carlos.
Jimmy Morales subrayó que la labor de Maldonado Aguirre “ha tenido el momento histórico que le está generando muchas aspiraciones a Guatemala”.
El Presidente manifestó que Guatemala tiene grandes necesidades, como educación, salud y seguridad, pero advirtió que encontrar una solución para ellas no es solo tarea del Gobierno, sino de todo el pueblo, con “solidaridad, fraternidad, entendimiento y tolerancia”.
El éxito de las nuevas autoridades, de acuerdo con quien deja el poder, será, en definitiva, una cuestión de conciencia, “porque cuando se apega la conducta a la ética y a la Ley no se puede llegar a ningún riesgo de esos”, resaltó en referencia a lo ocurrido con su predecesor, Otto Pérez Molina.
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