Costa Rica, conocida como la Suiza de Centroamérica, ahora es afectada por el mismo fenómeno que el Triángulo Norte: los enfrentamientos entre pandillas.
Por su geopolítica, los países centroamericanos sobrellevan las consecuencias de ser puente entre un país productor y uno consumidor de cocaína, traduciéndose en flagelos propios de la narcoactividad. Sumado a ello, se presentan dificultades que atañen a cada nación y frentes que no difieren uno del otro, como los amotinamientos carcelarios, enfrentamientos armados entre pandilleros y fuerzas de seguridad y los homicidios.
Para el Triángulo Norte, 2015 vuelve a dejar datos negativos en cuanto a seguridad se refiere, aunque es de mencionar que Guatemala y Honduras presentan una leve baja en el índice de homicidios. Por su parte, El Salvador presenta un aumento en el número de personas que fallecieron de forma violenta.
El resto de Centroamérica, aunque en menor medida, también tiene desafíos en cuanto a la protección de la persona. Llama la atención el caso de Costa Rica, conocida como la Suiza de Centroamérica, ahora afectada por el mismo fenómeno que el Triángulo; por ejemplo, el año pasado se registraron enfrentamientos entre pandilleros por disputa del territorio, hechos sin precedentes en ese país.
En el caso de Honduras, es conocido por tener las tasas de homicidios más altas en el ámbito regional, trayendo consigo problemas conexos como el desplazamiento interno, algo que fue confirmado por Chaloka Beyani, relator especial de la Organización de las Naciones Unidas sobre derechos humanos de los desplazados internos. Se cree que entre 2004 y 2014 dejaron su hogar cerca de 174 mil hondureños, siendo la razón más frecuente, el peligro de vivir entre pandilleros.
Si nos guiamos por números absolutos, El Salvador reporta más homicidios que Honduras, teniendo un incremento del 70 por ciento en ese rubro, el cual es atribuido en gran parte al cese de la tregua entre pandillas y que dio como resultado que en el último año se dispararan las cifras negativas. Un dato relevante es que desde noviembre del año pasado, se habla de un nuevo intento de acuerdo entre las dos pandillas más violentas de esa República.
Por último, Guatemala presenta una reducción moderada de homicidios tanto en las estadísticas de la Policía Nacional Civil como en los datos del Instituto Nacional de Ciencias Forenses; la tendencia a la baja se ha mantenido durante los últimos ocho años, aunque es evidente que falta camino por recorrer.
Deja un comentario