Durante una ceremonia, los independentistas de Cataluña invistieron ayer a Carles Puigdemont, como jefe de Gobierno.
El investido, quien fungía como alcalde de Girona, feudo nacionalista a 100 kilómetros al norte de la ciudad, liderará la secesión de España.
El presidente regional saliente, Artur Mas, renunció el sábado a ser reelecto para facilitar una gran alianza de conservadores, progresistas y anticapitalistas que, con mayoría absoluta en el Parlamento regional, que desea proclamar la independencia de Madrid, en 18 meses.
“La coalición (separatista) aprovecha el vacío de poder en Madrid para pactar una investidura y aplicar su hoja de ruta”, tituló el conservador periódico digital El Español.
Con la región más rica del país y segunda más poblada en rebeldía, la administración en funciones insistió en la necesidad de que el próximo Gobierno de España tenga una amplia base parlamentaria que garantice la estabilidad y la capacidad para hacer frente al desafío independentista.
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