De acuerdo con información del Ministerio de Salud, la desnutrición aguda en niños menores de 5 años se ha reducido en Guatemala 12.8 por ciento de 2014 a 2015: en el primer año se registraron 15 mil 461 menores con el padecimiento, y en el segundo, 13 mil 479.
Los mil 982 casos menos demuestran un avance significativo en la efectividad de las políticas públicas en el país, y es especialmente importante porque en este asunto se asume una agenda que requiere de cooperación y coordinación de diferentes carteras, entre las más necesarias, la que aporta los datos, la de Educación y la de Agricultura, Ganadería y Alimentación.
Es relevante, además, que la mejora haya ocurrido en un período relativamente corto para la acción gubernamental; sin duda, esta ha perfeccionado sus intervenciones para aplacar un flagelo vergonzoso en el mundo moderno.
Parte de estos avances fueron presentados ayer en la reunión del Consejo Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional (Conasan).
De la exposición destaca la capacidad instalada en el Estado para monitorear, dar seguimiento, evaluar el impacto de las intervenciones y efectuar las correcciones, con base en las discusiones sostenidas en un ente que aglutina a todos los sectores interesados, el Conasan.
En este ámbito, la falta de información para un análisis serio y útil, a fin de optimizar la efectividad gubernamental, concluyó con el Sistema de Información en Seguridad Alimentaria y Nutricional, avanzada plataforma pública que concentra 54 millones de datos distribuidos en diferentes instrumentos, como 3 mil 200 mapas.
Estas herramientas permiten a la admnistración planificar debidamente su actividad y reaccionar ante contingencias.
Es el caso actual, en que las autoridades salientes cumplen con establecer una ruta de acción para las que asumirán, en materia de la lucha contra el hambre, en la cual entre las principales acciones se incluyen: implementar un plan estratégico para los próximos cuatro años y determinar su presupuesto a partir de la certeza de los recursos con que contará cada institución involucrada.
Los logros mencionados justifican un análisis profundo de este modelo de intervención para trasladar a otros campos de acción del Gobierno, quizá más amplios y con características más importantes.
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