El director Pierre Boulez, de 90 años, murió en Baden-Baden, Alemania, donde vivía, anunció su familia en un comunicado difundido por la Filarmonía de París, una sala de conciertos de la que fue impulsor.
“Para todos los que lo trataron y pudieron apreciar su energía creativa, su exigencia artística, su disponibilidad y su generosidad, su presencia seguirá siendo viva e intensa”, dijeron los descendientes.
Este teórico y pedagogo, que no utilizaba batuta, está considerado una de las grandes figuras de la música del siglo XX.
Fue director de la Orquesta de Cleveland, Estados Unidos, (1967-1972); de la sinfónica de la Corporación de Radiodifusión Británica (BBC, por sus siglas en inglés) de 1971 a 1975; y de la Filarmónica de Nueva York (1971-1977).
En ópera participó en producciones memorables como El anillo del nibelungo, en el festival germano de Bayreuth (1976-1980), con motivo del centenario de Richard Wagner, así como en la primera versión completa de Lulu, de Alban Berg, en la Ópera Garnier de París (1979).
Exasperado por el conservadurismo del mundo musical galo, se fue a vivir a Baden-Baden en la década del 60, y no volvió a su tierra natal hasta 1974. En ese año el expresidente, Georges Pompidou, le pidió crear un instituto de investigación musical y el Ensemble Intercontemporain, especializado en las producciones sonoras de la pasada centuria.
Entre sus colaboraciones más innovadoras, se encuentra The Perfect Stranger de 1984, con el guitarrista Frank Zappa, un raro, pero influyente músico contemporáneo quien grabó al menos 60 álbumes con su banda The Mothers of Invention.
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