La cantante estadounidense de soul Natalie Cole, hija de la leyenda del jazz Nat King Cole y quien debió superar su adicción a las drogas para encontrar su propia vida, murió el jueves a los 65 años.
La artista, que tenía problemas de salud los cuales le demandaron un trasplante renal, falleció en un hospital de Los Ángeles, anunció este viernes su familia.
“Natalie libró una feroz y valiente batalla y murió como vivió, con dignidad, fuerza y honor”, señalaron sus allegados.
Evocando el mayor éxito de la cantante, Unforgettable (Inolvidable), un homenaje a su padre, el texto agrega: “Nuestra amada madre y hermana será muy extrañada y permanecerá por siempre INOLVIDABLE en nuestros corazones”.
Contrariamente a varios artistas de su generación, Natalie Cole creció en Los Ángeles en un medio social acomodado.
Nat King Cole nunca vio a su hija tomar su relevo en los escenarios debido a que falleció de un cáncer en 1965, cuando tenía 45 años y su descendiente era aún una adolescente. Sin embargo, la carrera de Natalie Cole estuvo estrechamente vinculada a la de su padre.
En sus comienzos se presentaba como la hija de Nat King Cole, pero le costó despegar en el universo de R&B, escogiendo un estilo mucho más moderno que el de su padre. Luego de haber explorado el blues, el soul y el pop, retomó el camino del jazz paternal.
Obtuvo su primer gran exito en 1991 con el álbum Unforgettable…With Love, en el que cantó a dúo en forma virtual junto a su padre, que aparecía en un video póstumo a su lado.
El disco la llevó a ganar el Grammy al álbum del año, una recompensa que le permitió vender 7 millones de copias sólo en Estados Unidos.
Depresión
Natalie ya se había ganado su nombre en 1975 con la canción This Will Be (An Everlasting Love) y con el álbum Inseparable, que le valieron un primer Grammy, la mayor recompensa de la escena musical, en la categoría de Mejor Nuevo Artista.
Durante su carrera obtendría un total de 9 de estos galardones. “Hemos perdido a una artista maravillosa y muy querida”, señaló la Recording Academy, encargada de entregar los premios
Natalie Cole actuó igualmente en varias series televisivas estadounidenses, pero su vida estuvo marcada por la droga y tres divorcios.
En su autobiografía Angel on my shoulder, publicada en 2000, cuenta cómo luchó contra la depresión tras la muerte de su padre y después de que su hijo casi se ahoga en una piscina. Consumía en abundancia heroína y cocaína y siguió varias curas de desintoxicación. Luego de que los médicos le diagnosticaran hepatitis C debió someterse a un trasplante de riñón.
“Mi vida se está derrumbando ante mis ojos”, dijo entonces la cantante a la revista People, y agregó: “esto es lo más duro de todo. Pienso en mi padre cada vez que canto”. El vocalista de jazz italiano Tony Bennett, quien compartió escenario en varias ocasiones con ella o su padre, la homenajeó en Instagram, donde la describió como una “persona encantadora y generosa” y una artista de jazz “excepcional”.
El reverendo Jesse Jackson se despidió en Twitter de una “querida hermana en el fondo y en su música”. “Gracias por la música. Y por usted”, dijo el actor canadiense Alan Thicke.
Su último álbum, que data de 2008, Still Unforgettable (Todavía Inolvidable) es una continuación del de 1991 con una adaptación de canciones americanas clásicas y canciones de su padre.
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