Mariano Gálvez, un liberal

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Mariano Gálvez fue presidente de Guatemala en agosto de 1831. Condujo varios cambios en la época, principalmente en separar a la Iglesia del Estado.

Mariano Gálvez nació en Guatemala, aunque no se conoce la fecha exacta, ni quiénes fueron sus padres biológicos, fue adoptado por Gertrudis de Gálvez y Manuel Fadrique y Goyena.

Mariano fue reconocido por ser una persona culta e inteligente. Estudió en el colegio de San José de los Infantes y en la Real y Pontificia Universidad de San Carlos, donde estudió derecho canónico. Siempre estuvo involucrado en la política y en un momento estuvo más ligado al partido conservador, pues apoyó la anexión de Guatemala a México; sin embargo, siempre fue un liberal.

Cambiando esquemas

Mariano Gálvez fue nombrado presidente el 28 de agosto de 1831, período que concluyó en 1835. Fue elegido en una segunda ocasión, pero su segundo mandato fue interrumpido.

Durante su gobierno realizó varias reformas en la administración gubernamental, algo que no fue bien visto y que ganó a varios detractores y enemigos; por ejemplo, separó la Iglesia del Estado; esto, por razones económicas, pues eliminó varios asuetos y  suprimió el diezmo obligatorio.

Incentivó los Códigos de Livingston,  que consistían en un sistema de jurados. Decretó el matrimonio civil y la Ley de Divorcio.

 En cuanto a la educación, estableció un sistema laico y estatal. También ordenó la creación de una escuela de mineralogía, la creación del Museo Nacional, la de una escuela de niñas,​ y la de la primera Escuela Normal de Profesores. Además, se fundó la Academia Nacional de Ciencias.

“Fuera los herejes”

Una de las decisiones más criticadas fue la propuesta de colonización de la costa atlántica por europeos.

Pero el acontecimiento que culminó con su gobierno fue la epidemia de cólera, por la que cientos de guatemaltecos fallecieron. Ante esto, sus rivales políticos corrieron ó el rumor de que el gobierno había envenenado los ríos para aniquilar a la población. Esto se transformó en una revuelta  y la población gritaba: “¡Viva la religión y fuera los herejes!”. Todo este cúmulo de situaciones hizo que Mariano Galvéz firmara su renuncia el 2 de febrero de 1838 y tuvo que salir exiliado a México. Ante esta decisión, el expresidente aseguró:  “Patria, no poseerás mis restos…”. Falleció en México el 29 de mayo de 1862.

Por María Godoy