Desde la firma de la independencia, en Guatemala, varios personajes han asumido el poder; algunos duraron años, mientras que otros, meses e incluso días. Uno de los personajes claves, del que se debe conocer su historia es el general Vicente Filísola, pues fue el segundo jefe político superior del país.
Marcado por el “10”
Nacido en España en 1789, fue un militar que protagonizó la historia de México y Centroamérica en el siglo XIX. Llegó a Guatemala el 12 de junio de 1822, simpatizante de Agustín de Iturbide y, diez días después, recibió el gobierno de Guatemala de las manos de Gabino Gaínza y, como dato curioso, solo estuvo 10 meses en el poder.
Moviendo las piezas
Considerado para muchos como un político astuto, pues debemos recordar que a pesar de que se había firmado la independencia, México quería una anexión con las provincias centroamericanas; Vicente Filísola era uno de los que promulgaban esta anexión; incluso, viajó a San Salvador para someterlos y aceptarla.
Estando en San Salvador, Iturbide fue derrocado por Antonio López de Santa Ana y Guadalupe Victoria. Esto llegó a oídos de Filísola y, para no perder el poder, decidió regresar a Guatemala y convocó la integración del Congreso Constituyente, que estaba previsto en el Acta de Independencia; además, indicó que la anexión a México era nula.
Algunos de los biógrafos aseguran que la finalidad de Filísola era quedarse en Centroamérica como un émulo de Iturbide. Días después, nombró un triunvirato para dirigir las cinco Provincias, y el siguiente jefe del país sería Pedro Molina. Vicente Filísola falleció en México el 24 de julio de 1850.
Por María Godoy