Vida y obra de El Cantor del Paisaje

Pubicado en

Por Marisol Vásquez / Redacción DCA

Por el Bicentenario de la Indepedencia de Centroamérica, la escritora Brenda Monzón presenta, en sus redes sociales, cápsulas de información de uno de los íconos musicales de la canción vernácula y regional guatemalteca, José Ernesto Monzón

¿Recuerda las canciones La Sanjuanerita, Soy de Zacapa, entre otras, que se han cantado a Guatemala? Pues tanto su compositor como su legado siguen vigentes. La hija del reconocido músico guatemalteco ha dedicado tiempo para investigar, recoger datos, compilar letras, anécdotas, música y fotografías de su padre. Ella indica que lo ha realizado ad honorem y de forma voluntaria. 

“En ocasión del Bicentenario de la Independencia de Centroamérica, en mis distintas redes sociales, comparto cápsulas con información de la vida y obra de mi padre. Desde hace 18 años investigo, promuevo y difundo su obra, a través de distintas actividades que he realizado”, expresa Monzón.   

El Cantor del Paisaje José Ernesto Monzón 

Se desempeñó como catedrático de matemática, contabilidad y literatura, durante 18 años. Fue investigador de literatura folclórica y auxiliar de actividades culturales de la Universidad de San Carlos de Guatemala. Su instinto musical le fue heredado de sus padres, ya que su mamá era maestra de formación musical y su padre tocaba la guitarra. En 1937 dio a conocer la canción El río limón o El todosantero, a partir de ese momento, alternaría todas sus actividades con la composición musical. Apodado El Cantor del Paisaje, algunas de las obras más conocidas de Monzón son: Soy de Zacapa, Mi lindo Joyabaj, Barberena, Morazán, Canto a mi Guatemala, Madre, Así es Jalapa, Chimaltenango, La Sanjuanerita, Cobán, Mañanitas chapinas, Livingston, Escuintla, Puerto de San José, Santa Lucía Cotzumalguapa y La Frontera, entre otras.

En su juventud, encabezó una de las primeras huelgas estudiantiles en la escuela pública donde estudiaba. 

Participó en la Revolución de 1944, y posteriormente apoyó a Jacobo Arbenz y a Juan José Arévalo, ambos fueron presidentes del período revolucionario. En 1981 realizó un viaje a Chile, Perú y Colombia. En 2003, pocos días antes de morir, el gobierno de Alfonso Portillo lo distinguió con el Premio Nacional Rafael Álvarez Ovalle por su labor como cantautor.

Monzón cultivó la canción regional guatemalteca, al escribir canciones para cada uno de los 22 departamentos del país. 

Recurre para ello a la versificación simple y a los ritmos populares como el corrido, el bolero, el chotís, la guaracha, el son, acompañando su canto con la guitarra.