Rodolfo Zelada
Periodista
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Productores, transportistas, receptores, distribuidores y consumidores de la industria del polvo blanco, que no es harina, tuvieron una semana negra entre el 18 y 24 de noviembre pasados. Han de estar que ni el sol los calienta. Solo en Guatemala perdieron más de seis toneladas de cocaína. Pero si sumamos lo decomisado en el Triángulo Norte de Centroamérica, la cifra sube a 9.8 toneladas incautadas.
Los escépticos o dolidos con ello dirán que son golpes de suerte. Sin embargo, la suma total de la incautación demuestra que los resultados son producto de un esfuerzo coordinado entre agencias antinarcóticas de Guatemala, El Salvador, Honduras, Colombia y Estados Unidos, entre otras.
Los alijos decomisados en Guatemala, específicamente en al área del Caribe, son un gancho al hígado para el crimen organizado. El 18 de noviembre las fuerzas antidrogas de la Policía Nacional Civil, en coordinación con el Ejército y el Ministerio Público, asestaron un golpe histórico al incautarse de 4 mil 389 kilos del alcaloide en una sola operación. Mientras que el domingo último fueron casi dos toneladas (1 mil 998 kilos).
Los registros hablan por sí solos y servirán para que la población rechace la desinformación que se genera por medio de las redes sociales.
Autoridades de El Salvador y Honduras también hicieron lo suyo. En dos días consecutivos, ambas naciones reportaron acciones exitosas. El mismo mandatario salvadoreño, Nayib Bukele, informaba el sábado sobre el decomiso de 762 kilos de cocaína en mar abierto. Al día siguiente, en otro operativo, 2 mil kilos (dos toneladas).
Mientras tanto, el gobierno hondureño, siempre en el área del Caribe, anunciaba el sábado la confiscación de 136 kilos, mientras que al día siguiente, lograron hacerse con el control de otro cargamento de 588 kilos.
Indudablemente las fuerzas antinarcóticas están haciendo lo que les corresponde por sacar del mercado toneladas de droga.
Y tal parece que Guatemala está haciendo su tarea mejor de lo esperado. Hasta el 17 de noviembre pasado, las cifras oficiales daban cuenta del decomiso de 10 mil 901 kilos (casi 11 toneladas), los que, sumados a los 6 mil 387 kilos (6.3 toneladas) de la semana pasada, suman 17 mil 288 kilos, unas 17.2 toneladas en lo que va del año. Cifra muy superior a las reportadas en años anteriores, en gobiernos anteriores.
Los registros hablan por sí solos y servirán para que la población rechace la desinformación que se genera por medio de las redes sociales.
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