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Turismo de aventura en Huehuetenango

Si está interesado en conocer lugares que lo dejarán asombrado, la aldea Río Jordán, en el municipio de Nentón, Huehuetenango, ofrece dos sitios que son poco explorados, pero su belleza natural es extraordinaria: los cenotes de Candelaria y el nacimiento del río Lagartero. Se les suma uno más en la comunidad La Trinidad del mismo municipio: el hoyo Cimarrón, que es una depresión geológica. 

Fredy Ramírez Palma tiene ocho años de ser guía turístico de la región y fue el encargado de mostrar a Revista Viernes estos atractivos del lugar. 

Cenotes de Candelaria

La palabra cenote se adoptó del maya yucateco de México, debido a su cercanía, indica el guía Fredy Ramírez. Agrega que comunitarios se unieron para comprar tierras en la región y no sabían que tenían esos depósitos de agua natural. Antes eran llamadas pozas de Candelaria. Hay un relato, según el cual la hija de uno de los dueños se llamaba así, por eso tomaron ese nombre; sin embargo, no hay nada oficial que lo reafirme. 

Están formados por dos cuerpos de agua turquesa; el primero es más pequeño y menos accesible, mientras que el segundo cuenta con dos ingresos de gradas de madera y plataformas para que los visitantes puedan nadar.
El guía describe que son tranquilos, pero que de preferencia se use chaleco salvavidas por la profundidad, que es de entre 50 y 100 metros y su diámetro es de 150 metros.

El acceso se puede realizar en cualquier clase de transporte, ya que los lugareños han habilitado caminos asfaltados para que el turismo pueda llegar con facilidad. El pago por ingreso es de 10 quetzales para los peatones, 25 por moto y 100 por vehículo, sin importar cuántas personas vayan a bordo. Su nivel aumenta cinco metros aproximadamente, durante la época de lluvias. 

Río Lagartero

El nacimiento de este río queda en el camino hacia los cenotes de Candelaria. El afluente es de agua sumamente fría, cristalino y está rodeado de árboles de Ahuehuetes o “ahuehuetl, que en idioma náhuatl fue usado en la conquista de Zaculeu, y en ese momento fue llamado Ahuehuetlenango”. A la especie también se le conoce como Sabino y “es un ícono de identidad del departamento”, menciona el guía Fredy Ramírez Palma. 

El río es nombrado así, ya que anteriormente muchos lagartos se observaban en la orilla, pero estos han migrado a Chiapas, México, en lugares menos habitados. 

Hoyo Cimarrón

A 6 kilómetros de la frontera con México, se encuentra la comunidad de La Trinidad, en donde podrá explorar el hoyo Cimarrón; es un agujero cilíndrico, cuya circunferencia es de aproximadamente 275 metros y su profundidad, de 210 metros. 
Se llega en carretera asfaltada y luego de una caminata en la montaña, por 45 minutos aproximadamente, encontrará esta depresión geológica que no se sabe cómo se formó y que en su interior alberga un pequeño bosque. En torno al agujero hay varias leyendas que los lugareños comparten, como la que dice que un tesoro fue lanzado en su interior y que el dueño nunca regresó y continúa en el lugar. 

El ingreso es de 25 quetzales para nacionales y 50,
extranjeros. 

Apelativo

Huehuetenango toma su nombre de los árboles de Ahuehuete, característicos del lugar. Pueden llegar a medir hasta 40 metros de altura y su tronco entre cuatro y 12 metros de ancho. Generalmente se ven cerca de cuerpos de agua. 

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