Rodolfo Zelada
Periodista
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La violencia sexual y la trata son delitos que afectan, año con año, a miles de niños y jóvenes de todo el país. Solo durante los primeros ocho meses del año, las denuncias alcanzaron los 6 mil 596 y 707 casos, respectivamente, según cifras oficiales.
Los datos revelan que esta crisis afecta mayoritariamente a mujeres y niñas, quienes representan el 88 por ciento de las víctimas de agresiones de índole sexual y el 90 por desaparición vinculadas a trata. Mientras que los departamentos con mayor incidencia de imputaciones en la primera transgresión son Guatemala, Alta Verapaz, Escuintla y San Marcos. En cuanto al segundo, también en la ciudad capital, Petén, Escuintla y Quetzaltenango.
Estas estadísticas espantan. Horrorizan. Lloran sangre. Por ello, es necesario crear ambientes seguros para este sector extremadamente vulnerable de la población guatemalteca. Precisamente para tratar de prevenir estos deleznables delitos, ayer se puso en marcha la campaña gubernamental Campana de Luz Despierta, lanzada por la vicepresidenta Karin Herrera junto a estudiantes de diferentes establecimientos del departamento de Guatemala, uno de los más afectados por este mal.
Estas estadísticas espantan. Horrorizan. Por ello es necesario crear ambientes seguros para este sector extremadamente vulnerable de la población guatemalteca.
Esta acción pretende el involucramiento de padres, tutores y maestros, quienes, según la vicemandataria, tienen un papel crucial en el resguardo de los menores, toda vez que, de acuerdo con Herrera, “ellos son los guardianes de los sueños de nuestros niños y adolescentes”.
La campaña, implementa el simbolismo de la “campana” como un llamado de protección y conciencia para este sector poblacional. “Cada historia, voz y vida importan. No podemos voltear la mirada ante estos delitos que son una epidemia social”, afirmó la dignataria en su discurso.
Esta estrategia debe contar con el apoyo de todos los sectores del país. Se debe abrir los ojos y formar un solo frente para erradicar este flagelo que vulnera los derechos fundamentales de niños y adolescentes, que trunca sueños, incluso vidas.
La campaña cuenta desde ya con el apoyo del Gobierno de Estados Unidos, cuyo embajador en funciones en Guatemala, Patrick Ventrell, también hizo un llamado a la unidad. Y es que, según él, esta problemática requiere de compromiso y trabajo en unidad, toda vez que trasciende fronteras, por lo que es necesario que cada uno de nosotros aporte y con ello podamos hacer la diferencia.
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