Con un doblete de cabeza, Adrien Rabiot lideró ayer la reacción de una Francia que, con su mejor versión de los últimos meses, doblegó a Italia (1-3) en San Siro para acceder a los cuartos de final de esta Liga de Naciones como
primera de grupo.
Rabiot, que encontró en Marsella la solución a ser un jugador sin equipo desde junio, volvió por todo lo alto a Italia, donde jugó cinco temporadas.
Vistió la camiseta de la Juve en ese tiempo, gran rival del escenario que conquistó, un San Siro casa del Inter y del Milan que quedó enmudecido ante el partido del centrocampista, gigante con un doblete de cabeza que apartó del gran objetivo a los italianos. Reaccionó Francia en Milán contra una Italia que llevaba los últimos cinco choques sin perder, incluyendo uno frente a esta misma selección gala en el Parque de los Príncipes. Fue una Francia muy superior a la de los últimos meses. Mucho mejor que la de la Eurocopa y, desde luego, muy superior a la que empató ante Israel hace unos días.
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