Esta benemérita institución celebra 60 años de existencia. Actividad desarrollada, en cada momento de su historia, por un enjambre de personas altruistas. Cooperantes ad honórem que laboran en beneficio del Instituto Neurológico de Guatemala para que este cumpla su misión educativa en la habilitación social de niños con capacidades diferentes.
Inercia que, de paso, ayudó a construir un sólido y renovado imaginario para el universo del arte visual centroamericano. La abnegación de sus organizadores, y la seriedad con que cumplen su misión, creó un impacto que redundó en una nueva forma de gestión cultural. Desde su inicio fue uno de los referentes respecto a la socialización del producto creativo y la formación del coleccionismo. Sus fundadores, junto a muchos de los protagonistas de las primeras convocatorias, han trascendido ya a otra dimensión. Aun así, son inolvidables y se les honra por su visión, amor a los niños y a las artes.
En su crecimiento han colaborado personalidades y personajes entrañables.
Este año, en coincidencia con el celebrado aniversario, se despide de la presidencia Mariflor Gálvez Solís, nieta del recordado cofundador de la subasta, el doctor Rodolfo Solís. Coincidencia que le da un tono orgánico de continuidad a los cimientos con los que se construyó Juannio y una filiación de honor, en la línea del tiempo ininterrumpido, con los primeros estatutos de la subasta.
Es importante recordar que Mariflor Gálvez y la nueva junta directiva reestructuraron la subasta superando metas inesperadas durante y después de la pandemia. Ahora se reintegra a la junta para seguir sumando desde esa nueva posición. Su lugar lo asume un reconocido valor de la gestión cultural contemporánea: Andrés Cordón de la Fuente.
Juannio. Su nombre es evocador de infinitas anécdotas y memorias. En su crecimiento, han colaborado personalidades y personajes entrañables. Maestros consolidados le han dado el espaldarazo, en todos los tiempos, fortaleciendo a la organización con material de primer orden. Es así como relucen en sus albores nombres como el Humberto Garavito, Rodolfo Galeotti Torres, Dagoberto Vásquez, Roberto González Goyri, Guillermo Grajeda Mena y Efraín Recinos. Varios de ellos, validados por sus monumentos públicos y privados.
En sus pujas, además, se han definido también las carreras de múltiples expositores emergentes llevando su trabajo a otro nivel. En los años sesenta se identifican diferentes aportes entre los que relucen los invaluables trabajos de Elmar René Rojas, Marco Augusto Quiroa, Magda Eunice Sánchez, Roberto Cabrera, Luis Díaz, Margarita Azurdia, Joyce de Guatemala, Jaime Bischoff, César Izquierdo entre significativos nombres que conforman el inicio de la posmodernidad local y que abren las posibilidades a los informalismos y otras expresiones afines, (continuará).