Las puertas del vertedero de la Autoridad para el Manejo Sustentable de la Cuenca y del lago de Amatitlán (Amsa), en jurisdicción de Villa Nueva, fueron reabiertas, después de una semana, para que los camiones recolectores descarguen e intensifiquen la labor de limpieza en el sur de la capital.
Luego de la suspensión de esta actividad, debido al incendio registrado en el depósito, el cual ya está controlado en su totalidad y liquidado en un 95 por ciento, la directora de Amsa, Enma Leticia Díaz, detalló: “El viernes nos organizamos por medio de una mesa técnica; esa es la razón por la que se empezó con la recepción de desechos.
La fila de camiones se encuentra coordinada en la entrada del lugar, a la espera de entrar”.
Por su parte, Miguel Carrera, presidente de la Gremial de Recolectores, anunció que lo que urge es el aseo de las casas, ya que es lo que más preocupa, debido a posibles efectos en la salud.
“Esta semana solucionaremos, aunque las pérdidas que tenemos son incalculables, debido a la inversión que hemos realizado”, aseguró.
Carrera añadió que se sienten bien por retomar labores, pues el beneficio es para la gente. Sin embargo, agregó que hay muchos vecinos que sacaron las bolsas con residuos a las calles en diferentes lugares, las cuales se acumularon y crearon basureros clandestinos en varios sectores.
Regreso a clases sin humo
Después de que el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh) y la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) explicaron que la calidad del aire mejoró, los centros educativos retomaron labores de manera presencial. Padres de familia mostraron su preocupación ante la situación vivida, ya que no es primera vez que se suscita esta emergencia.
“La verdad, es muy importante el regreso a clases; los niños están muy contentos. Tantas enfermedades se pueden producir en el ambiente contaminado, pero, gracias a Dios, ya pasó.
Creo que con las medidas que se han tomado todo saldrá bien”, expresó Sonia González, quien dijo que tres de sus hijos estudian primaria en la Escuela República de Bolivia.