En las diferentes temporadas del año, los templos católicos en el ámbito nacional deslumbran con adornos y telares que van relacionados con alguna época en específico o con la celebración de algún patrono local.
En el país resaltan la Cuaresma y Semana Santa, cuando las parroquias lucen sus mejores galas; sobre todo, en los altares, que es en donde Francisco Contreras muestra su talento a través de las flores.
La elaboración de arreglos ornamentales a base de plantas es la especialidad que Contreras ha realizado por más de 18 años, en variedad de actividades, entre ellas fiestas privadas y parroquias; como Santo Domingo, durante octubre, cuando se celebra a la Virgen del Rosario, y en donde el nombre del artista se ha dado a conocer por su compromiso y dedicación en su trabajo.
“Esta aventura comenzó cuando yo me integré a la hermandad de Jesús de las Tres Potencias (La Parroquia Vieja), en la que inicié como novicio.
Empecé a llevar unos detalles una vez al mes, ya que es una imagen de devoción para mí, y fue cuando notaron mi talento.
Luego, me solicitaron arreglos para altares mayores, y fue donde las otras asociaciones iniciaron a preguntar por mí”, comentó el especialista, quien, luego de haber estudiado varias carreras profesionales, descubrió su pasión por la decoración en eventos.
El artista mencionó que desde pequeño siempre tuvo un interés por ornamentar procesiones, ya que ha sido cucurucho desde la infancia. No fue sino hasta que brindó apoyo a una iglesia, cuando el sacristán del lugar le dejó todo el proyecto inconcluso, lo que abrumó a Contreras; sin embargo, terminó el trabajo, ahora con un nuevo camino.
“Este proceso de la ambientación de los ornatos florales para los altares ha sido peculiar, y ha crecido un poco más, tanto en las iglesias de la ciudad como de otros lugares”, destacó.
Algunos municipios en los que el experto ha presentado sus obras han sido Guatemala, Chimaltenango y La Antigua Guatemala.
Asimismo, detalló que las hermandades prefieren adornos voluminosos, para crear un mejor impacto hacia los devotos.
Además, recalcó que los trabajos pueden durar entre 15 y 20 días, según el cuidado que les den y el material que utilicen. Al mismo tiempo, recomendó que es preferible trabajar con flores de la temporada, ya que el valor aumenta o disminuye según la demanda de la especie que se utilice.