Al pasado 15 de diciembre, el ingreso de divisas en concepto de remesas familiares acumulaba US $17 161.8 millones, lo que apunta a su mejor año en la historia, según datos del Banco de Guatemala (Banguat).
En recientes días, el presidente del Banguat, Alvaro González Ricci, sostuvo que al finalizar 2022 las mencionadas transferencias internacionales llegarán a US $18 048.9 millones; es decir, 18.5 por ciento más de lo percibido en 2021, cuando llegó a US $15 295.69 millones.
El máximo representante del banco central destacó que para 2023 se espera un crecimiento de 7.5 por ciento y un cierre de US $19 402.6 millones.
Datos del Banguat refieren que en 2016 el país ocupó el segundo lugar en la recepción de ese rubro en América Latina, mientras que al cierre de 2022 representará en promedio el 18.0 por ciento del producto interno bruto (PIB), lo que incidirá positivamente en el comportamiento del consumo privado, el ahorro y la inversión.
18 por ciento del PIB representan las transferencias internacionales.
De acuerdo con la Superintendencia de Bancos (Sib), las remesas representan una importante fuente de divisas para la economía, en particular para el desarrollo de las zonas de origen de migrantes.
Además, son consideradas una forma de ahorro externo y pueden constituir una fuente potencial de inversión, de sostenimiento para los adultos mayores, así como de estímulo para el consumo.
Según un estudio realizado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), los receptores de los mencionados ingresos tienen en promedio una mejor inclusión financiera y condiciones de inserción productiva, lo que muestra el potencial de un mayor uso para el escalamiento de cadenas de valor.