Después de tres años, los pobladores de Amatitlán, Guatemala, volvieron ayer al lago de esa localidad, para presenciar y participar en la procesión acuática del Niño Dios.
La actividad religiosa tuvo lugar en el marco de La Feria de la Cruz (más conocida como Día de la Cruz, en el ámbito de la construcción), que cada 3 de mayo se celebra en el mencionado lugar, donde las calles fueron decoradas con alfombras de flores sobre las cuales pasó el cortejo.
Cientos de fieles esperaron el paso del Niño Dios, que fue llevado hasta la silla de piedra que está pegada junto a una montaña en las riberas del citado afluente. Pasadas las 18:00, la procesión retornó a la parroquia San Juan Bautista, de donde había partido.