Foto: Jorge Ordoñez y Oscar Dávila
El presidente Bernardo Arévalo encabezó la caminata conmemorativa del Día de la Revolución de 1944, acompañado por cientos de guatemaltecos que, pese a la lluvia, no dudaron en unirse a esta jornada histórica.
A lo largo del recorrido, Arévalo fue recibido con calidez por niños, jóvenes y adultos que lo saludaron a su paso, mientras avanzaban hacia los puntos clave de la ciudad que forman parte del legado revolucionario.
El evento incluyó un Festival de Luces y una marcha por íconos históricos, bajo el lema Caminemos el Legado de La Revolución. A pesar del clima adverso, la ciudadanía se mantuvo firme y manifestó su compromiso con la conmemoración de uno de los acontecimientos más significativos en la historia de Guatemala.
La jornada comenzó a frente al emblemático edificio de la Guardia de Honor. El recorrido incluyó ocho puntos clave de la ciudad; entre ellos, el Instituto Guatemalteco de Turismo (Inguat), Banco de Guatemala, Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS), Palacio de Gobernación y el histórico Palacio Nacional de la Cultura.
El momento más emotivo llegó al final de la caminata, donde 15 marimbas, provenientes de diversas regiones del país, deleitaron a los presentes con un ensamble musical. Los vecinos no dudaron en unirse al ritmo de la marimba, transformando el evento en una fiesta de baile y celebración, donde la música y el espíritu revolucionario se fundieron en una atmósfera de unión y alegría.
La conmemoración, que reunió a personas de todas las edades, no solo celebró el pasado, sino que también invitó a las nuevas generaciones a mantener vivo el legado revolucionario que transformó Guatemala.