Cada 3 de diciembre se celebra el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, desde 1992. Esta fecha es propicia para buscar sociedades más inclusivas y comprobar que no existen límites cuando el deseo de superación está latente.
María Misteco tiene 23 años, estudió Bachillerato en Ciencias y Letras en Productividad y Desarrollo, y ahora es una gran emprendedora.
De esa cuenta, sirvan de ejemplo estas historias de lucha y perseverancia de jóvenes que encontraron una luz de apoyo en el Benemérito Comité Pro-Ciegos y Sordos de Guatemala, por medio del programa de inclusión laboral, quienes luego de pasar por rehabilitación y ser capacitados en la escuela técnica emprendieron pequeños negocios.
“No hay imposibles mientras lo intentemos, porque Dios siempre nos ayuda si tomamos la decisión de seguir adelante”, expresa María Misteco, quien tiene baja visión, pero un alto deseo de superación.
Julio Domínguez, que padece ceguera total, elabora paletas de chocolate, desinfectante, jabón gel para manos, lociones para damas y caballeros, que le permiten desarrollarse y seguir adelante.
Para Néstor López, ser independiente es un gran logro porque, a pesar de su ceguera, apoya a su familia y continúa sus estudios universitarios.
Luis Rosales es una persona con problemas de vista y oído que aprendió gastronomía básica, y ahora trabaja en el área de cocina del hospital.