Lic. Francisco Leal
Asesor de Gerencia
Gestión intencional: La gestión intencional significa administrar hacia buenos resultados. Esto no debe confundirse con renunciar a la conciliación de la vida laboral y personal en nombre de alguna cifra específica. Sobre todo, porque esto puede afectar el desempeño de los colaboradores y frustrarlos con el ambiente de trabajo.
Toma de decisiones basada en datos: la transformación digital ya es una realidad, un buen porcentaje e instituciones públicas. Gran parte de la gestión para resultados depende de información de calidad para impulsar el aprendizaje y la toma de decisiones estratégicas, además de apoyar la rendición de cuentas y guiar cambios en el plan de mejora continua. Mejor alineación con las operaciones diarias con los objetivos. A veces las instituciones públicas se marcan metas ambiciosas.
Gran parte de la gestión para resultados depende de información de calidad para impulsar el aprendizaje y la toma de decisiones estratégicas, además de apoyar la rendición de cuentas y guiar cambios en el plan de mejora continua.
En el modelo de gestión orientado a resultados, no basta con saber adónde quieres ir en el futuro; las acciones diarias deben coincidir con los objetivos.
Asignación inteligente de los recursos: una de las grandes dificultades a las que se enfrentan las entidades públicas es la disponibilidad de recursos limitados para aumentar la satisfacción de la necesidad del usuario de sus servicios, por lo que un principio básico de la gestión por resultados es distribuir los recursos inteligentemente en las iniciativas que pretendas desarrollar mediante la priorización y la focalización.
Continuidad de las acciones: en la gestión para resultados existe una preocupación por la continuidad de las acciones que han generado buenos resultados, sin importar si el responsable de estos permanezca o no la institución, lo cual implica la sistematización e institucionalización.