Guillermo Monsanto
Es imposible no hacer eco ante la triste noticia. Una de las figuras más visibles del pop musical internacional de los años setenta y ochenta falleció luego de una lucha de tres décadas contra el cáncer.
Batalla que finalmente perdió no antes de enfrentar la adversidad con entereza y valentía. La primera vez que le diagnosticaron cáncer de mama fue en 1992, pero reapareció de manera intermitente en 2012, 2017 y 2019. Entre sus acciones en favor de otras mujeres recaudó fondos para crear el Olivia Newton-John Cancer and Wellness Centre, en Australia, y no fue la única vez que se involucró en la cruzada.
Olivia Newton-John, con su fama, da aun en el presente otro tipo de visibilidad a uno de los padecimientos más terribles que enfrentan las mujeres: el cáncer de mama. Su esfuerzo para fomentar la investigación y erradicación de este mal la convierte en un estandarte para motivar a la comunidad médica y a otros benefactores en no abandonar la búsqueda científica.
Romántica, inocente y con una voz única, la cantante se adentró incluso en la escena country y el soft rock.
Más allá de su enfermedad, la cantante consiguió colocarse en el gusto de sus contemporáneos: alcanzó 4 premios Grammy, 5 números uno en el chart de Billboard y otros 10 sencillos en el mismo medidor de popularidad, sin contar sus logros en el resto del mundo. Entre sus canciones más populares destaca Honestly I love you (1974); Please Mr. Please (1975); Magic (1980), del álbum Xanadú; Twits of fate (1983), de la poco exitosa película Two of a kind; y en Inglaterra logró un enorme éxito con el cover If not for you (1971).
En 1978 lanzaría A Little more love como un hit internacional, compitiendo con los éxitos que le traerían las películas Grease (1978) y Xanadú (1980). Con esta última banda sonora tendría presencia en pistas de baile y patinaje a nivel mundial. Su mayor lanzamiento lo consiguió en 1981 con la trasgresora Physical, que lideró por 10 semanas los listados de preferencia en el número uno de los Estados Unidos. De pasó consiguió posicionarse como la canción más relevante de la década de los ochenta en ese país.
Sin embargo, y a pesar de haber destacado con otros varios sencillos, es el filme Grease el que consigue la inmortalidad de Olivia Newton-John. Su representación de Sandy Olsson la revive en la mente de los que vivieron aquel verano de 1978 (la película se ambienta en los años cincuenta) y reiteradamente se queda en el imaginario de los jóvenes que sucumben ante el encanto y dulzura de su personaje.
Ella, junto al galán de John Travolta, derriten los corazones adolescentes con Summer nigths y You´re the one that i want, piezas que son representadas desde aquel entonces en diversidad de montajes. Hopelessly devoted to you es tan pegajosa que es imposible no dejarse llevar por su melodía y el brillo fulgurante de su intérprete. Descansa en paz, Olivia; puedo decirte que en mi caso, el de mis compañeros del colegio y mis amigos de la colonia Trinidad, te bailamos hasta el cansancio.