Con una meta de 45 mil hectáreas nuevas con sistema de riego para los próximos cuatro años, el titular del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA) presentó la Política Nacional de Riego 2024-2033.
Esta busca reducir gradualmente la dependencia del ciclo estacional de lluvias que enfrentan los agricultores y mejorar las capacidades de producir alimentos para mercados internos y externos. De acuerdo con Maynor Estrada, titular de la cartera, el presupuesto que se espera invertir para este periodo, con el esfuerzo de los gobernantes, es de 2 mil 700 millones de quetzales, los cuales se enfocarán en la Costa Sur y la región media correspondiente al Corredor Seco.
“Este es un avance importante en los primero 100 días de Gobierno, debido a que la falta de acceso al agua, especialmente en sequía, ha obstaculizado el desarrollo y ha afectado a la seguridad alimentaria. Damos un paso decisivo hacia un futuro próspero y sostenible de la población”, dijo Karin Herrera, vicepresidenta de Guatemala.
En el país existen 3 mil 900 millones de hectáreas de superficie cultivable, en donde podría desarrollarse la labranza; sin embargo, solamente un 12 por ciento está actualmente irrigada, lo que equivale a 460 mil hectáreas con
infraestructura.
Con estos sistemas de riego, el MAGA dará respuesta a los desafíos globales causados por el cambio climático; especialmente, los períodos prolongados de sequía. La política reconoce el potencial que tiene en el sector agropecuario para mejorar la eficiencia en el uso de agua, al aumentar la producción de alimentos.
El documento fue desarrollado con el apoyo técnico de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), a través de la Iniciativa Hand in Hand. Su representante residente, Rafael Zavala, agregó que el mayor reto en los próximos años en el ámbito mundial será producir más con menos agua.