A punto de chocar con su motocicleta por las dificultades de movimiento corporal que repentinamente le aparecieron, Isaías Presencin Quich, empezó el 6 de enero con los padecimientos de la rara enfermedad neurológica aguda, sospechosa de síndrome de Guillain Barré.
“No sé si eran mis primeros síntomas, pero el 3 de enero me empezó un hipo mientras trabajaba, a los dos días me preocupé porque me costaba respirar, se me quitó y luego iniciaron los problemas en mis manos”, explicó, quien se convirtió en el primero de los ocho confirmados con este flagelo en San Bernardino.
El paciente, de 42 años, puede comer y ponerse de pie por sí solo, pero aún no logra caminar sin ayuda de sus familiares. “Sin movimiento de manos y pies, uno no sirve para nada”, exclamó a su acompañante de vida, Brenda Tambriz Suy, quien lo ha aseado y alimentado durante estas últimas semanas. Ingresó al IGSS de Mazatenango el 7 de enero, donde a los dos días fue confirmado con la enfermedad. Pasó una semana internado, y por cinco días le administraron medicamentos cada 24 horas, hasta que le dieron de alta el domingo 14 del mismo mes.
En Los Encantos, cantón las Flores, es el único habitante afectado, pese a que en su hogar viven alrededor de 14 menores; dos de ellos, hijos suyos. “Mi niño se acuesta conmigo, yo lo abrazo, gracias a Dios nadie se ha contagiado”, dijo. A la fecha no tiene idea alguna de qué le provocó los síntomas, debido a que en su trabajo de seguridad, lugar donde comparte con otros cinco compañeros, tampoco se han enfermado.
Recuerda que, por ser una labor de 24 por 24 horas, siempre lleva comida casera y son pocas las ocasiones que compra de la calle. Isaías tiene fe en recuperarse lo antes posible, pues tiene que llevar ingresos a su hogar. Esta semana empezarán sus citas en el Seguro Social para darle seguimiento a su tratamiento.
• Giovanni Pérez