Guatemaltecos que por alguna situación han perdido una o ambas piernas, han sido beneficiados por medio de la labor que realiza la organización sin fines de lucro Hope To Walk. Julio Yoxón García, administrador de este centro en Guatemala, explicó que Phil Johnson, fundador de la institución internacional, diseñó, fabricó y creó un paquete que contiene todo lo necesario para armar la prótesis.
De acuerdo con Yoxón, la organización inició en 2017 en Blacksburg, Virginia, Estados Unidos. En el país tiene cinco años y cuenta con un programa llamado “Una pierna en honor de…”
El proyecto consiste en que cualquier persona o individuo con posibilidades de adquirir uno de los kits por US $250 puede donarlo a uno de los ciudadanos que lo solicitan, el cual es elaborado y entregado sin costo alguno.
200
Guatemaltecos fueron atendidos durante 2022.
Además, Hope To Walk mantiene una labor coordinada con el Consejo Nacional para la Atención de las Personas con Discapacidad (Conadi), con la que llevan a cabo distintas jornadas de entrega de dichas piezas.
“La donación es coordinada con personeros de la organización, quienes vienen al país cada cierto tiempo. Previo a que lleguen, Conadi lanza una convocatoria para aquellas personas que necesitan el aparato abajo de la rodilla”, explicó Clarivel Castillo, presidenta del Consejo.
Según el administrador de la institución internacional, en el mercado no hay algo similar. Agregó que las implantaciones comerciales oscilan entre los Q14 mil a Q25 mil, mientras que las de ellos implican una inversión de Q6 mil. Para comunicarse a Hope To Walk, pueden hacerlo a los números 5650-2226 y el 3058-5534.
Volver a empezar
Álvaro Alejandro Azurdia, de 61 años, fue uno de los favorecidos en el último evento benéfico realizado.
Hace dos años comenzó con complicaciones en sus piernas, por una uña encarnada y problemas de circulación derivados de la diabetes, lo que derivó en la pérdida de sus dos extremidades inferiores.
A pesar de la situación, ve su estado como un reto y algo de lo que debe aprender y crecer, refugiándose en su relación con Dios.