“Ser enfermero es una de las vocaciones más difíciles. Extensas horas de pie, caminar kilómetros y, aunque las propias necesidades no estén satisfechas, siempre se está dispuesto a brindar una mano”, resumió Rafael Martínez, director de la Escuela Nacional de Enfermeras de Guatemala, al referirse al servicio que prestan los paramédicos, en el marco del 82 aniversario de la institución, que se conmemora hoy.
“Para ser enfermero exitoso, se necesita tener una vocación bien definida.” Rafael Antonio Martínez Director de la Escuela Nacional
La escuela nace el 10 de junio de 1940, con el objetivo de capacitar en el cuidado de la salud. Hoy llega a sus 82 años, tiempo en el que ha participado en la formación de varias promociones en los ámbitos Técnico y de Licenciatura.
Administrativamente, la academia es parte del Ministerio de Salud, que provee los recursos financieros, humanos, materiales e instalaciones. Además, está adscrita a la Universidad de San Carlos de Guatemala (Usac).
98 promociones ha graduado la Escuela Nacional, desde 1940.
Martínez detalló que han formado 98 promociones, aunque solo 280 licenciados. Recuerda que en 1992 fue cuando la Usac reconoció los estudios de enfermería en el grado de Técnico, y en 2002 avaló la Licenciatura. La carrera está enfocada en la atención de la salud, ya sea de personas sanas o enfermas. En sus inicios, el 100 por ciento de estudiantes eran mujeres; sin embargo, el incremento de la demanda facilitó la inscripción de hombres.