El dramaturgo, director y productor de teatro latinoamericano Diego Beares presentó el mes pasado Shushilove, con reparto guatemalteco. El actor uruguayo mantiene una conexión especial con Guatemala, en donde ha vivido y montado varias puestas de escenas durante estos años.
En esta entrevista, nos detalla parte de su recorrido artístico y cómo su temática la adapta a cada país en donde se presenta.
¿Cuándo supo que se dedicaría al teatro?
Desde chiquito, cuando escribía muchas historias, pero como un pasatiempo, pues me gustaba crear universos. Después, estudié actuación en Buenos Aires y en la adolescencia trabajé en la pantalla chica en Argentina; también, participé en el cine y la publicidad.
Mi primera obra fue Marejada y hasta la fecha, he escrito 13 obras, muchas estrenadas en Perú, Chile, Argentina, México, Guatemala, entre otras naciones. Sin embargo, admito que mi carrera como dramaturgo y director supera la de actor; igualmente, hoy combino ambos oficios.
¿Cuáles son las historias que narra?
Me enfoco en temas de diversidad, perspectiva de género y responsabilidad social. Además, la dramaturgia me sirvió para exorcizar cuestiones personales. Inclusive, en mi primer montaje teatral hay un texto que es una conversación que mantuve con mi madre. A partir de ahí empezó un universo que se fue creando en mis trabajos y la mayoría contiene muchas situaciones mías.
Previamente comentó que le gusta adaptar sus historias a lo local, ¿nos podría explicar más de ello?
Viví casi un año aquí, tengo amigos guatemaltecos; entonces, adapto la obra a la sociedad. En ese sentido, les dejo a los actores la posibilidad de que opinen, me comenten si tal situación va con ellos, que me digan no, entre otras alternativas.
¿Qué le han dejado como persona y profesional cada una de sus piezas teatrales? Y ¿cómo ha visto el recibimiento del público?
Todas me han dejado mucho, algo que jamás imaginé desde que empecé en esto de viajar. Asimismo, este es un país que siempre que vengo me recibe increíble; por ello, estoy muy agradecido. Hay un lazo artístico que no va a terminar nunca y que siempre que pueda voy a regresar con uno o más proyectos.