El cantante español Diego el Cigala da a conocer Obras maestras, una selección de boleros clásicos de grandes representantes de este género musical.
Durante una entrevista vía Zoom, conversó sobre este nuevo material discográfico y otros temas, entre los cuales mencionó que le gustaría cantar a dúo con Roberto Carlos y José Feliciano.
Cuéntanos más sobre tu nuevo álbum y esa selección de canciones clásicas.
Me ha llevado un largo recorrido trabajarlo, como unos tres años de producción, mientras estábamos de gira y en los ratos disponibles buscábamos el repertorio con los autores mágicos.
Desahogo, Ay cariño, Voy, los escuché desde niño, son melodías que han marcado mi vida. Y es que para cantar bolero debes conocerlo, pues esta palabra para mí es transmitir, sentir, tener la capacidad de decir: “Espérame en el cielo, corazón”.
¿Cómo surge esa conexión con la música latinoamericana?
Desde mi infancia, porque a mi padre le encantaba la música de Antonio Machín, Lucho Gatica; también le gustaba a mi tío Moncho. Con el paso de los años, cuando conocí a Bebo Valdés, descubrí más sonidos latinos y afrocubanos, que son como el flamenco porque tienen el mismo sentir, son del alma y el corazón.
¿Cuál es el disco que más te ha marcado en tu trayectoria?
Con este me identifico, porque soy flamenco y canto bolero.
Ha habido producciones maravillosas, pero esta es mágica; me encantan la voz, los arreglos y la elección de los temas. Ha sido una labor exhaustiva y con mucho corazón. Personalmente, lo escucho y me emociona, y el público lo va a sentir.
Entre los vaivenes del amor y desamor, ¿qué prefiere Diego interpretar?
El amor. El desamor te rompe por la mitad y cuando eso pasa también te ayuda a cantar porque estás enojado, tienes esa pena contigo. Es ese péndulo de ambas emociones; sin embargo, se debe estar estable, que fluya todo para mantener una vibra siempre positiva a pesar de nuestros errores. Vivir la vida lo más bonita que se pueda.
¿Cómo te sientes en el escenario con tu público?
Dueño, amo y señor de ese espacio. Ahí me siento la persona más dichosa y feliz del planeta, del recibimiento con los aplausos, te pierdes, se te olvidan los problemas. Sobre todo transmitirle a la audiencia lo que estás cantando. Ya quiero llegar a Guatemala.