Luis Román es médico con corazón de actor; se desenvuelve eficientemente tanto en los hospitales como en los escenarios. Alterna ambos trabajos, pero asegura que en su vida primero apareció la actuación, porque desde niño se inició en las puestas teatrales del colegio, luego arrancó a los 17 años la carrera de forma profesional. Sus personajes cantan y bailan en todas las obras en que actúa, produce o dirige.
Cuenta con más de 75 obras como actor, y 50 como director y productor teatral.
A decir de Román, el teatro transforma el espíritu. “Al entrar a una función se debe salir cambiado, con otra dinámica y energía, porque se sensibilizó”, asevera.
Dedicado a las artes escénicas
Es fundador y director de Thriambos Producciones y Teatro Thriambos, además de Estudio Thriambos. Todo surgió de la necesidad, relata, porque en el país no hay muchos directores teatrales o muchas temporadas. “No quería esperar que me llamaran como actor, aparte deseaba hacer mis propios proyectos”, menciona.
El artista indica que cuando presentaba las producciones, la gente se le acercaba para preguntarle si impartía clases de teatro; por ello, inauguró la academia que incluye maquillaje, modelaje, jazz, entre otros. “Quiero mostrarles más a los alumnos para que fortalezcan sus talentos”, afirma.
“El éxito es ese público que invierte en un boleto para mirar una producción teatral.”
Luis Román
Narra que todos estos años han sido al mismo tiempo buenos y difíciles, de piezas que no le funcionaron, pero reconoce que la carrera del teatro es de resistencia, perseverancia, pasión, entrega y respeto. “Cada año he escalado uno firmemente, en el cual poco a poco se ha unido más gente que me ha seguido en mis puestas de escena y eso es nuestro éxito”, finaliza.