Foto: cortesía Senacyt
La agricultura es una de las áreas que resultarían más afectadas por el cambio climático en el país, que se reflejaría en la pérdida de cultivos y en una baja en la economía de la población, según Edwin Castellanos, del programa científico del Instituto Interamericano para la Investigación del Cambio Global.
Detalló que en Guatemala se identifican al menos tres modalidades de producción agrícola, la de subsistencia campesina, la semicomercial y la de exportación; las cuales, a pesar de sus diferencias, todas enfrentan desafíos.
“Los escenarios futuros indican un empeoramiento de la disponibilidad de agua”. Edwin Castellanos Científico guatemalteco
El experto guatemalteco aseveró que el calentamiento global aumenta la variabilidad y la probabilidad de eventos extremos como sequías, inundaciones o heladas, lo que pone en peligro los medios de subsistencia de las familias y por consiguiente la seguridad alimentaria del país.
Castellanos agregó que existen condiciones adicionales que aumentan la fragilidad del sistema agrícola como la pobreza, baja educación, inseguridad en la tenencia de la tierra, el acceso limitado al agua, la exposición a plagas y la desnutrición crónica.
Finalmente, el experto concluyó que la situación repercute en los ciudadanos, en el incremento de los precios de alimentos de la canasta básica que se vinculan a la cadena agrícola.
Sistema de riego
Por otra parte, el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA) informó que ha implementado un sistema de riego en todo el territorio nacional que brinda un acceso continuo al vital líquido, con lo que se busca disminuir la dependencia de la lluvia.
El MAGA, también, informó que fomenta el uso de prácticas más sostenibles como la orgánica y la gestión de residuos para reducir las emisiones de metano y otros gases, así como fortalecer la resistencia de los cultivos frente a las variaciones climáticas.
