Guillermo Monsanto
Foto: Cortesía Guillermo Monsanto
Ernesto Boesche tiene ya en sus manos la monografía que conmemora el centenario de la Escuela Nacional de Artes Plásticas Rafael Rodríguez Padilla. El afortunado documento es tan amplio y diverso que bien puede ser considerado, según las palabras del gestor cultural Luis H. Escobar, la biblia del arte guatemalteco.
Aseveración que no está lejos de ser cierta. Este libro tiene su complemento en el de Joyas artísticas de la pinacoteca del Banco de Guatemala, publicaciones como Entresiglos y algunas de las revistas de arte publicadas por la desaparecida Fundación G&T Continental.
Pero, ¿qué es lo que hace tan particular esta compilación? En realidad, es un abecedario que registra a todos los artistas relacionados con la ENAP que por alguna razón no han trascendido en otros documentos. Amén, por supuesto, de la biografía y relación de maestros consagrados de la plástica con otros ya consolidados y creadores emergentes contemporáneos.
Las ilustraciones permiten visualizar obra difícil de encontrar por diversidad de razones.
Gracias a este trabajo, es posible ponerle un rostro a autores que suelen ser mencionados en la base de la modernidad. Los diferentes capítulos trasportan al lector por diversos tópicos de mano de investigadores y otros peritos como Víctor Vaskestler, Josefina Alonso de Rodríguez, José Toledo, Zipacná de León, el propio Ernesto Boesche, entre otros varios.
El contenido gráfico también es importante. Las ilustraciones permiten visualizar obra difícil de encontrar por diversidad de razones. El capítulo dedicado a la estampa, por ejemplo, da noticias de una disciplina mal reseñada en los libros de historia. El de la caricatura ni se diga. Los espacios otorgados a las actividades de Escuela y otras anécdotas también poseen su encanto.
Con los cien años de la Escuela de Artes Plásticas se hacen visibles los centenarios creativos de diversos autores que habían salido del foco de atención por los cambios estilísticos y las curadurías. El artículo Vigencia del paisaje en la plástica guatemalteca, escrito por Luis Alfredo Arango hacia 1993, contempla aspectos apreciables de los pintores que iniciaron sus carreras en la ENAP.
El apartado de los directores, los primeros maestros y los alumnos distinguidos, reluce por la conexión que hay entre los artistas del siglo XIX y los fundadores de la centenaria institución. Además, es interesante la relación de los docentes del entre siglo con los graduados hasta 2022, en donde se localizan protagonistas que ya brillan en las salas de exposiciones.
Es una lástima que los registros de 2002 y 2003 desaparecieran en una inundación. Estos egresados, si leen las presentes líneas, por favor comunicarse al correo electrónico para no desaparecer de los anales de la Escuela.
El libro será entregado a su gestor, el maestro Boesche, próximamente. Estén pendientes.