Fotos: EY Centroamérica
“El mal liderazgo y la toxicidad opacan la capacidad del individuo y divide al equipo, mientras que el buen liderazgo la potencia en el líder e integra al equipo hacia el logro común”, refirió Carmen Polanco, gerente de Consultoría de la empresa EY Centroamérica, Panamá y República Dominicana, quien dio recomendaciones para evitarla en el trabajo.
De acuerdo con la profesional, todos desean laborar en lugares donde se sientan plenos, y que está comprobado que trabajan y logran mayores resultados en empresas que tienen buenos ambientes, en donde fomenten armonía, mientras que en organizaciones donde retienen a talentos tóxicos por sus conocimientos técnicos ocasionan más daño.
Cuatro recomendaciones claves fueron presentadas por Polanco, la primera una selección poderosa en el proceso de reclutamiento; desempeño integral que promueve el trabajo en equipo y la meritocracia; propuesta de valor al colaborador con un replanteamiento de su oferta al colaborador, y por último decisiones radicales de desvincular a quien genere mayor daño.
Por último, señaló que los líderes deben asegurar sus estructuras y a su vez revisar los diferentes tipos de jefes en sus equipos, y si estos están en línea con los valores y estrategia del negocio. “Por muy bueno que sea un colaborador, si genera un ambiente incómodo para el resto, su gestión pasa a segundo plano”, concluyó.